El final de House of cards: Hasta siempre Underwood

Hace unas semanas ya os comentamos el por qué no podemos ver en Netflix, la temporada final de la serie House of Cards. Básicamente, el problema residía en problemas de derechos de emisión en España con Movistar+. Puedes leer el artículo completo en este enlace: ¿Por qué no puedo ver la temporada 6 de House of Cards en Netflix?

Yo ya he podido disfrutar del desenlace de una de las series más icónicas de los últimos años. Y aunque es bastante digno, no deja de ser una temporada muy floja, que denota que no se ha podido reponer del duro golpe mediático que supuso la salida del proyecto de Kevin Spacey, tras la escalada de abusos sexuales que destapó el caso Weinstein.

¿Qué nos encontramos en la sexta temporada?

Pues pese a que el actor Kevin Spacey había grabado algunas escenas de los primeros episodios de la temporada, tras el escándalo y el despido fulminante por parte de Netflix, el personaje de Francis Underwood desaparece de la escena de forma radical.

Pero aunque físicamente nunca más volverá a aparecer -salvo unos planos detalle de sus manos-, la temporada pivota todo el tiempo sobre su personaje. Como la alargada sombra del ciprés de Delibes, las tramas principales tienen a Francis como protagonista, y en los primeros compases del primer episodio 6×01, nos enteramos que el que fuera presidente de los Estados Unidos ha fallecido, envuelto eso sí en extrañas circunstancias.

De este modo será Claire Underwood, una de las femme más importantes de la historia de la televisión, la que asumirá el mando del país, como ya se intuía al final de la quinta temporada. Todos lo sabíamos, pero desde siempre fue Claire la que movía los hilos de la Casa Blanca en la sombra. En cierto modo Fran solo era un títere más, al servicio de su despiadada sed de poder.

Las tramas 100% políticas que tan bien han funcionado en el resto de temporadas, ahora quedan un tanto diluidas y centralizadas en una poderosa familia de lobbies que intentan derrocar a Claire.

Una familia que los guionistas se sacan de la manga a última hora, de la que nunca habíamos escuchado nada, pero que al parecer tenía intensos lazos de unión con los Underwood. Desde luego no ha debido ser fácil el proceso de creación del guion, tras la salida del actor principal.

Nuevos personajes y tramas

Para esta nueva trama se cuenta con actores de la talla de Diane Lane y el bueno de Greg Kinnear (Mejor Imposible) que esta vez cambia de registro sepultando en lo más profundo de su ser, la bis cómica que la ha valido protagonizar grandes películas. Además, una actriz en estado de gracia como Patricia Clarkson (fantástica en la imprescindible Sharp Objects) aparece en escena como mediadora entre el conflicto de la familia Sheperd y Claire.

Para añadir más carne en el asador, se intenta dar un portazo al tema del acoso sacando sobre la mesa el tema del feminismo -que también está de rabiosa actualidad-, a través de Claire Underwood que se manifiesta como una declarada feminista, que incluso formará un gabinete de gobierno compuesto al completo por mujeres.

Quizá lo único interesante de la temporada es descubir cómo se van cerrando las tramas que nos han mantenido en vilo desde el principio. Nombres como el de la periodista Zoe Barnes (inconmensurable Kate Mara) o Peter Russo vuelven a salir en las conversaciones, dejando la sensación en el espectador de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Desde luego las dos primeras temporadas tenían otro halo muy distinto, más interesante; y pese a que la serie siempre ha mantenido un gran nivel de calidad, este ha ido decreciendo con el paso de cada temporada.

Por supuesto, Doug Stamper, siempre Doug, juega un papel muy importante en este regreso de los muertos a manos de los Underwood. Tanto Claire como Doug tienen las manos manchadas de sangre, y esconden en sus armarios demasiados cadáveres que tarde o temprano debían salir a la luz.

Por lo tanto, el desenlace tenía que pasar por ellos dos, concretamente por un enfrentamiento cara a cara entre ambos, que acaba en una extraña escena final que deja un cierto sabor amargo. Por un lado descubrimos que Doug fue el que tuvo que acabar con la vida de Francis, porque comenzaban a aflorar en él sentimientos de flaqueza. Doug prefiere mantener a Francis como símbolo, antes que como amigo y compañero de fatigas. Por su parte Claire, lleva a todos los personajes al límite hasta desarrollar un plan magistral -embarazo incluído- que arranca una tímida sonrisa en el espectador, y que termina arrancando de raíz con el último fleco que le quedaba por cerrar.

Desmontando a Claire Underwood

Interesantes, algunos flashbacks de la juventud de Claire que nos muestran la psicología de una niña atormentada y quizá algo desequilibrada. Pero lo que no es de recibo es el derribo innecesario de la cuarta pared, seña de identidad de la serie a través de Kevin Spacey, que se convierte en un recurso innecesario y explotado con desmesura en los últimos compases de la serie. Incluso Doug habla cara a cara con el público, algo impensable en las primeras temporadas.

Del final esperamos a una Claire mucho más reforzada, despidada y manteniendo su apellido de soltera para desvicularse por completo de todo lo que la unía a los Underwood. Posiblemente algunos de sus ideales eran buenos, sus fines eran comprensibles y desde siempre ansió ver una América mejor. Pero por supuesto, los medios empleados solo se justifican por su maquiavélica forma de entender el mundo.

House of Cards fue la primera serie de producción propia de Netflix. Una joya que nos mostraba los entresijos de la Casa Blanca como pocas veces habíamos visto. A veces, eso sí, lo hacía de forma demasiado didáctica e intrincada, lo que provocaba que los que no somos conocedores de la compleja burocracia, nos perdiéramos un poco dentro de la anécdota más detallista de la serie.

Pero lo que trasciende es la creación impecable de su showrunner Beau Willimon (que nos ha sorprendido a todos con su nueva serie The First) y la producción de David Fincher, en una serie que marcó un antes y un después en la forma de construir personajes y tramas.

Claire Underwood junto con Nora (The Leftovers), Carol (The Walking Dead) y Cersei Lannister (Juego de tronos) forman un grupo de mujeres irrepetible, capaces de acabar con el machismo instaurado en las series de televisión norteamericanas. Mujeres en la sombra que son capaces de someter a través del uso de distintas armas, el status quo instaurado por los personajes masculinos, que sin saberlo se mueven a su antojo. God bless president.

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