Análisis de la espectacular segunda temporada de Homeland
Homeland lo ha vuelto a hacer, ha demostrado que ahora mismo en la mejor serie del momento (con permiso del regreso de Breaking Bad). Una segunda temporada formidable con unos últimos episodios impactantes han cerrado la boca de todos aquellos que vaticinaban una segunda temporada más floja, toda vez que la trama central de Brody parecía agotarse al final de la primera temporada.
Y es que Homeland no es sólamente la trama de Brody (el soldado que vuelve a su hogar tras años de cautiverio). El universo de Homeland va mucho más allá y en esta segunda temporada lo ha demostrado con los entresijos en Oriente Medio de Carrie, la colaboración de Brody con la CIA, el nuevo personaje de Quinn (oscuro y cercano, de esos que gustan a los buenos paladares) el drama de Saul con David Estes, y las envidias de salón que se cuecen tras el telón del escenario político, personificadas en el personaje de Dana (un poco sobreactuada con sus caras de penita y perrito abandonado) y su madre Jessica (con la bellísima Morena Baccarin en un momento artístico impresionante) y la familia del vicepresidente.
Tras la foto lee el completo análisis segunda temporada de Homeland

Por lo tanto un drama coral con unos personajes interesantes en todas sus facetas, llenos de matices, giros y tonos de gris, se acabaron los personajes planos en blanco y negro. Homeland saca lo mejor de sus actores, no es de extrañar que colmen todos los premios en estos dos últimos años.
Además un espectacular final de temporada, los últimos 3 episodios son una montaña rusa de acontecimientos que han colocado a Homeland en una situación difícilmente alcanzable por el resto de series. Y es que a Homeland no le tiembla la mano en lo que se refiere a enfrentarse a las tramas principales, las incógnitas se resuelven y las historias avanzan sin eternizarse ni aburrir a la audiencia con giros previsibles. Los tiempos de las últimas temporadas de Prison Break pasaron a la historia, los credores están madurando.
Homeland se atreve con hacer saltar por los aires, de forma literal, los convencionalismos másarraigados en el leitmotiv del cine y la televisión, si hay que dejar en entredicho a la seguridad nacional de Estados Unidos se deja, si hay que hablar a las claras de la amenaza terrorista que se cierne en la vida real sobre Estados Unidos se habla, si hay que poner en duda las prácticas militares y la ética de Estados Unidos se pone y si finalmente, tal personaje debe morir, morirá. Si los personajes (buenos o malos) van a conseguir cosas, las consiguen ¿No se trataba de eso el hacer series de televisión?
Además, al igual que ocurre con series como Breaking Bad, el producto y la historia están cerradas y pensadas, sólo hay que ver si esa historia se va a contar en más o menos temporadas, no es de las series que se estiran por motivos comerciales y que suelen estallar en la cara del espectador.
La mejor noticia es que ya se ha confirmado la tercera temporada de Homeland, tras la emisión de la segunda que pretende ser un punto de inflexión de la serie, es decir, el final de esta temporada es una especie de epílogo que cierra la primera etapa de la serie, la cual ahora va a evolucionar hacia otros derroteros totalmente diferentes según sus productores, veremos un producto nuevo y renovado, algo muy al estilo de Breaking Bad en la que las temporadas se pueden agrupar de dos en dos, y en las que vemos tramas y tonos diferenciados hasta llegar a un climax de máxima tensión al que el espectador aletargado, pocas veces ha tenido acceso. Sólo se puede decir, gracias!
En el aire queda una incógnita ¿Quién es el terrorista? O mejor dicho… ¿Qué bando es más responsable de las atrocidades que se cometen en este mundo?
Soy Cristóbal Terrer director y redactor principal de Seriemaniac. Estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Apasionado de la fotografía. También he publicado novelas de ficción y un ensayo sobre series de tv. Presento el podcast Seriemaniac y AfterDark sobre cine.
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