La empresa empieza a tomar forma
Hace dos semanas acabó la segunda temporada de Silicon Valley, la comedia de informáticos de la HBO. En esta segunda temporada, a grandes rasgos, la empresa de Richard, Erlich, Gilfoyle, Dinesh y Jared empieza a hacerse valer en el valle, pero la competencia es feroz. Analizamos los sucesos en esta segunda tanda de episodios con SPOILERS, que acabó la misma semana que la aclamada Juego de Tronos con un final de la quinta temporada de infarto.
Richard consigue sacar adelante su empresa Pied Piper en el final de la temporada anterior, y en esta aprenderá a mantenerla a flote. Pero el camino no es fácil en Silicon Valley donde está plagado de empresas tecnológicas realmente potentes. Sus buenos resultados de compresión hacen que muchas de las empresas grandes inviertan mucho dinero en su aplicación y se codean entre grandes ofertas.
A pesar del buen comienzo, Richard se da cuenta de que muchas empresas observen estas pequeñas a un precio superior al real y después las abandonan. Seguido por su instinto de mantener Pied Piper en sus manos, Richard consigue la asociación con Russ Hanneman, un multimillonario engreído y con muy mala fama por sus formas de actuar y gastar dinero en cosas inútiles. Así que a pesar de tener el dinero asegurado su propio financiero empieza a gastar más de la cuenta en vallas publicitarias en vez de programadores.
Además de los problemas financieros Pied Piper tiene que hacer frente al empresario Gavin Belson. No le gusta la idea de que Pied Piper tenga una velocidad de compresión mucho más alta que su aplicación Nucleus, así que intenta por todos los medios demostrar que la empresa de Richard se creó cuando trabajaba en Hooli, así que pasaría a ser propiedad intelectual de Belson. Así que en esta temporada los dos personajes antagonistas se embarcan en un proceso judicial peliagudo.
Con estos dos frentes abiertos, Richard debe hacer frente a la competencia creciente en el sector: un grupo de informáticos les engañan y les hacen explicar cuál es el código para conseguir la gran velocidad de compresión. Después de exponer su secreto, los estafadores crean otra empresa que ofrece el mismo servicio a su costa, así que Richard se embranca en otra guerra para que estos no les roben clientes en el valle. Finalmente, Pied Piper consigue ser la plataforma de emisión de vídeos de una página pornográfica, pero por culpa de un descuido de Russ Hanneman casi se cargan la página entera y todo su contenido. La velocidad de transmisión se le gira a su contra con una velocidad imponente de supresión.
Después de este fiasco, consiguen la transmisión en streaming de un nuevo y apasionante suceso: el crecimiento de un huevo de un ave en peligro de extinción en su ámbito natural. Mediante una cámara minúscula y su velocidad de transmisión muestran al mundo este lento proceso que al final acaba siendo un éxito: al ver que hay muy pocas visitas, el museo de ciencias naturales decide ir a sacar la cámara, pero con la mal fortuna de que el operario acaba cayendo por un precipicio y no puede salir de allí. Esto engancha a muchísima gente para ver qué hace el operario pidiendo ayuda a través de la cámara del nido. Tienen tanto éxito que Gilfoyle tiene que elaborar un sistema que permita aguantar todas las visitas y la transmisión en alta calidad. Acaba siendo un éxito y el nombre de la empresa será más conocido aún.
Esta buena noticia contrasta con el juicio entre Hooli y Pied Piper. Parece que no se puede demostrar que Richard usó ordenadores de Hooli para elaborar su empresa, pero Erlich mete la pata diciendo que sí lo hizo mientras tenía el ordenador reparándose. Parece que Gavin Belson lo tiene todo de cara para eliminar el máximo competidor de Nucleus, pero el juez dictamina que el ganador es Richard porque ha encontrado muchas irregularidades en los contratos laborales de Hooli. Richard consigue avisar a tiempo a sus compañeros para mantener estable el sistema de transmisión antes de borrarlo todo, así que la empresa sigue funcionando ahora con la asociación de Raviga, la compañía que fundó Peter Gregory, ahora con Patrice al frente, una mujer fría y muy seca. Monica les dice que esta es la mejor decisión que han tomado, pero la temporada no puede acabar peor: el consejo asesor de la compañía ha decidido echar a Richard de su posición de CEO de Pied Piper. En la próxima temporada veremos si consigue volver a su posición para reclamar lo que él ha creado junto con sus compañeros.
Soy Cristóbal Terrer director y redactor principal de Seriemaniac. Estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Apasionado de la fotografía. También he publicado novelas de ficción y un ensayo sobre series de tv. Presento el podcast Seriemaniac y AfterDark sobre cine.
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