Casa en flames. Crítica sin destripamientos
La ganadora a Mejor Guion Original en los Goya 2025: ¿Qué es querer?
En esta familia y en tantas otras, desestructuradas o no, si es que hay alguna cuya estructura no tenga fisuras, líneas torcidas y partes mal ventiladas, aunque estén ocultas, querer es decirse cosas muy feas, despreciarse, boicotearse, pero también necesitarse y tenerse muy cerca cuando se teme lo peor. Ya lo resumía David Trueba en el título de su primera novela, Abierto toda la noche; el único lugar en el mundo con esta circunstancia es la casa familiar, adonde siempre se puede volver.
La trama de Casa en flames surge cuando la familia decide reunirse tras varios meses sin verse en la casa de verano en Cadaqués a la que hace años que no van, herencia de la madre, con la excusa de vaciarla de las cosas de ellos que ahí siguen y para que así la madre pueda venderla. Todos quieren conocer los detalles de cerca, colaborar y llevarse su trozo correspondiente del pastel.
Los peligros de la inmadurez
La familia podría ser una familia moderna sin más, padres divorciados con dos hijos mayores: la hija casada con un santo varón y con dos niñas pequeñas, y el chico, soltero y con una novia que se apunta a unos días de playa. El padre aparece con novia también, psicóloga. Estas dos mujeres ajenas solo necesitarán un fin de semana para observar cómo se mueven sus parejas en la familia y saber las personas que realmente son; ahí donde no se finge, donde no se puede quedar bien todo el tiempo, pero donde existe una unión tal que es la que estará cuando todo salte por los aires.

La madre es la que orquesta el encuentro y la que pone los anzuelos en los que todos van picando, todo para demostrar y demostrarse lo mucho que todos la necesitan y ganarse así su atención. No sabemos si en ella gana la maldad (en forma de manipulación y egoísmo), la locura o la estulticia. Sus triquiñuelas se acaban descubriendo una tras otra porque no parece esforzarse mucho en ocultarlas. Quizá sea una suerte de estado de shock tras lo vivido en casa de su madre antes de salir de viaje. Porque ese hecho sí que lo oculta hasta el final.
Una herencia más allá del ladrillo
La madre es la que más nos intriga, la que parece más compleja, la que puede incluso llegar a caernos bien por pura compasión porque la vemos zumbada, pero se pasa de la raya con sus fechorías y su discursito de turno de hesacrificadomifelicidadporlavuestra. Los hijos, cuyos intérpretes hicieron de pareja en Mamífera, no son más que víctimas de los padres que los han criado, seguramente sobreprotegidos, o más bien mimados en un entorno privilegiado.
Han heredado esa incapacidad para ser felices con lo que han elegido, esa ansia por recibir amor dando lo justo, ese vacío que intentan llenar haciendo trampas en las que ellos mismos caen. Por ahí anda la novia del padre, la psicóloga, para terminar de evidenciarlo e instarlos a todos a ir a terapia, aunque ya van tarde.
La comedia en este drama está muy camuflada, porque emerge en momentos en los que apenas te da tiempo a coger un poco de aire para seguir con esta historia sin morirte de agobio. Yo la veo más como una tragicomedia o una caricatura negra, ya que muestra el lado más viciado de este microcosmos llamado familia.
Premios de Casa en flames
Casa en flames ha cosechado un éxito contundente en los Feroz, y lo que le queda en los Goya, donde casi la totalidad del reparto está nominado, aparte de Dani de la Orden por mejor película, Eduard Sola por mejor guion original y Laia Gómez en mejor dirección de producción.
Además, la película Casa en flames acaba de conseguir el Premio Mejor Guion Original en los recientes Goya 2025.
Casa en flames está producida por Nexflix y disponible en dicha plataforma. No te la pierdas.
Tráiler de Casa en flames
María José Cerón Soria es profesora de español para extranjeros. Amante del cine y artista en la disciplina de collage. Redactora en Seriemaniac.com para hablar de cine y series de televisión.
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