Analizamos en profundidad la temporada cuarta de The Walking Dead
Y llegó el día en que asistimos al esperado final de la temporada 4 de The Walking Dead, una temporada que no ha estado exenta de polémica y que a todas luces ha sido muy diferente al resto.
Mucha gente no ha entendido el cambio radical de esta segunda tanda de episodios, en la que la acción y las vísceras gratuitas han dejado paso a la reflexión y al enriquecimiento de los personajes.
Tras el episodio 4×08 “Too far Gone” (AMC) en el que se produjo el motín en la cárcel, los personajes abandonaron la seguridad y la paz que les otorgaba la prisión, para adentrarse en los bosques de Estados Unidos y comenzar un viaje personal e iniciático para volver a encontrarse a si mismos, un viaje que concluye de forma magistral, tanto de forma física como espiritual, al llegar a la misteriosa Terminus.
Un viaje interior de los personajes
Los personajes, tras su viaje por el bosque nunca volverán a ser los mismos, han cambiado, han madurado, se han enfrentado con sus miedos, tormentos y fantasmas, se han encontrado con su verdadero yo, al que no todos están preparados para aceptar, como por ejemplo Carl, uno de los personajes más interesantes de la serie. (no te pierdas el análisis del controvertido episodio de las niñas)
Mucha gente no ha entendido, o no ha querido entender, este viaje interior por la consciencia de unos personajes que en temporadas anteriores habían quedado desdibujados, como un cliché de ellos mismos.
Ahora sí sabemos que el amor entre Glenn y Maggie es real y profundo, que Michonne o Daryl no confían en la gente porque el mundo, hace tiempo que les volvió la espalda. Que Carol es una verdadera líder natural capaz de asumir el tormento de sus actos impuros por el bien común del grupo, que Tyreese es mejor persona de lo que parecía, y consigue calmar su ira perdonando a Carol, y que Rick, el gran Rick Grimes por fin ha vuelto a ser el que era, ha dejado atrás al fantasma (en ocasiones explícito) de Lori y está preparado para convertirse en el líder definitivo que todos esperan, adaptado a las exigencias de un mundo diferente, dejado de la mano de Dios, donde el fin justifica los medios y en el que el hombre (que no los zombies) devora al hombre.
La metamorfosis de Rick
Excepcional el momento en que Rick despierta de su particular renacimiento, envuelto en un baño de sangre y charla con Daryl apoyados en el coche. Es el principio del fin del viejo Rick. El cuál, durante un tiempo intenta amoldarse a una nueva vida, la que Hershel le intenta imponer durante los imprescindibles flashback que vemos a lo largo del episodio.
En The Walking Dead no se dan puntadas sin hilo, y esas escenas son fundamentales para entender las circunstancias de las que viene Rick. Hershel, para mi uno de los mejores personajes, es sin duda el contrapunto moral de los personajes, que están un poco más perdidos tras su muerte y la de Dale. El auténtico pilar que servía de ancla a los actos inmorales del grupo.
Daryl: “Anoche, ocurrió algo…no eras tú”
Rick: “Viste lo que hice a Tyreese, no lo es todo, pero sí que soy yo. Es por lo que estoy aquí ahora. Por lo que Carl lo está también. Quiero mantenerlo a salvo. Es lo único que importa”.
El polémico final
Los que se han quedado decepcionados con el final, porque no se ha explicado nada sobre qué es Terminus y la extraña gente que habita en la fortaleza, deben pensar que era imposible explicar tantas cosas en tan poco tiempo.
AMC se garantiza además que ninguno de los espectadores vaya a faltar a la cita del estreno de la quinta temporada de The Walking Dead, el próximo mes de octubre.Y además, ahora mismo, esa es otra historia que no merecía ser contada en esta cuarta temporada.
Terminus es un inteligente gancho al servicio de las cifras de audiencia y un pequeño aperitivo de lo que veremos próximamente, ahora la guerra estaba en otra parte, en el interior de las almas perdidas de los personajes. Ya habrá tiempo para la acción, la lucha y las armas. Lo que está claro es que después de la calma tensa de estos episodios, en Octubre la serie posiblemente volverá con una temporada completamente distinta, cargada de mucha más acción.
Quédate con una cosa, Rick ha vuelto, y comienza a parecerse más al personaje de Shane que tanto miedo le daba y que hacía ruborizarse al espectador a cada polémica decisión que éste tomaba. Si alguien puede liberar al grupo de supervivientes de Terminus, ese es Rick y su hijo Carl, ambos sienten en su interior al “oscuro pasajero” (por citar a Dexter) que está a punto de salir y que será necesario, si realmente quieren sobrevivir en este nuevo orden mundial en el que los humanos son el peor enemigo para la propia raza humana.
Rick: “Se van a sentir bastante estúpidos cuando se den cuenta.
Abraham: ¿Se den cuenta de qué?
Rick: Que se están metiendo con la gente equivocada.
Soy Cristóbal Terrer y estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Actualmente trabajo como profesor de marketing y en mi tiempo libre escribo novelas de ficción. Además, presento un podcast sobre cine y realizo fotografías artísticas.
Me parece un análisis muy acertado. La verdad es que a mi el final no me ha decepcionado. No se como voy a hacer para aguantar hasta Octubre!!!
Gracias Ignacio, me alegro que te haya gustado!Saludos y espero verte a menudo por el blog 😉
[…] buscar con la confianza del espectador y que se puso de manifiesto durante el segundo tramo de la cuarta temporada (un auténtico pestiño para algunos, una genialidad narrativa para otros entre los que me […]