Analizamos el episodio 4×09 de Juego de Tronos «Watchers on the Wall»
Los creadores de Juego de Tronos, nos han sorprendido con un episodio único y especial, en el que por primera vez se centra únicamente en una de las tramas, concretamente la batalla en el Muro en el que los Vigilantes de la Noche tienen que hacer frente a la primera acometida de los Salvajes que hasta ahora vivían más allá del Muro.
En este episodio de Juego de Tronos no se ha escatimado en producción y asistimos a una batalla épica muy al estilo Hollywood (El Señor de los Anillos, El Hobbit y otras muchas superproducciones). De hecho para este episodio se ha vuelto a contar con el director de cine Neil Marshall que ya dirigió la otra gran batalla de la serie en el mítico episodio 2×09 «BlackWaters».
Para los no iniciados Neil Marshall es un director desconocido, casi independiente, pero que ha creado grandes películas a medio camino entre la superproducción y la serie B. Por ejemplo la intrigante y asfixiante The Descent.
La similitud entre ambos episodios es mucha, si bien, éste penúltimo episodio de la cuarta temporada es mucho más espectacular ya que cuenta con gigantes, mamuts y un ejército de más de 10.000 hombres y mujeres.
La puesta en escena, en riguroso negro nocturno, es espectacular, mención especial merece el plano corrido de 360º en el que se ve cada una de las dependencias del Castillo Negro y las diferentes guerrillas que suceden en cada hueco de la fortaleza. El climax va in crescendo de menos a más, hasta llegar al punto álgido en el que comprobamos la trágica muerte de varios compañeros de Jon Nieve y sobre todo, la emotiva escena de la muerte de Ygritte en brazos de Jon.
Los que somos maníacos de la serie ya estamos acostumbrados a que en el penúltimo episodio asistamos a la muerte de uno de los protagonistas principales, dejando un último episodio más sosegado en el que se abren las tramas de lo que será la temporada siguiente.
Por otro lado Benioff y Weiis han declarado que el último episodio de esta temporada, será más espectacular de lo habitual, posiblemente el mejor de toda la serie, y que además contará con una duración extendida de más de una hora.
A parte de acción a raudales, tenemos tiempo de seguir excavando un poquito más en el alma de dos personajes fundamentales como son Jon Snow y Sam Tarly, los cuales divagan acerca del amor en las primeras escenas del episodio, durante la calma que precede a cualquier tormenta. De hecho, Sam descubre el amor por primera vez y se siente completo al reencontrase con la hija de Craster de la que estaba profundamente enamorado.
Mención especial merece también el diálogo que Sam mantiene con el viejo maestro Aemon (anteriormente Aemon Targaryen) en el que descubrimos un poco más de Sam y del negro futuro que le espera a Poniente.
Para terminar, un toque muy blockbuster, en el que descubrimos que los personajes más odiosos (los dos máximos responsables de la Guardia de la Noche) son en realidad unos cobardes que no tienen madera de líder. En cambio, uno de los personajes más queridos por todos, Jon Nieve, se erige como un auténtico líder natural, lleno de carisma y valentía, al que incluso podemos ver luchando mano a mano con varios de los Salvajes.
A expensas de ver que le depara el futuro a Jon, adentrándose de nuevo en las tierras más allá del Muro en busca del líder Mance Rayder, echaremos mucho de menos a Ygritte, besada por el fuego…
Mucha gente afirma que de momento, éste es el mejor episodio de la serie ¿Qué te ha parecido?
Soy Cristóbal Terrer director y redactor principal de Seriemaniac. Estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Apasionado de la fotografía. También he publicado novelas de ficción y un ensayo sobre series de tv. Presento el podcast Seriemaniac y AfterDark sobre cine.
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