Analizamos el episodio 8×07 de Doctor Who “Kill the Moon”
En el futuro cercano, el Doctor y Clara se encuentran en un transbordador espacial con una misión suicida hacia la Luna. Teniendo un aterrizaje accidentado en la superficie, encuentran una base minera llena de cadáveres, criaturas como arañas viciosas preparadas para el ataque, y un terrible dilema. Cuando Clara pide ayuda al Doctor, recibirá la sorpresa de su vida.
Séptimo capitulo dirigido por Paul Wilmshurst y escrito por Peter Harness nos encontramos ante una de esas aventuras de ciencia ficción que tanto echábamos de menos.
La semana pasada el Doctor hizo un retorno de bienvenida a tierra firme con un corto viaje a la escuela Coal Hill en The Caretaker. Sin embargo, esta semana el Doceavo Doctor de Peter Capaldi asciende a las estrellas una vez más para una aventura de ciencia ficción brillante, aterradora y futurística… en la Luna!
El capítulo abre con un mensaje a la tierra de Clara y Courtney declarando que el planeta está condenado y el Doctor está en paradero desconocido. Aunque esta intensa apertura podría fácilmente llegar a ser mediocre y formulista en comparación con la numerosa cantidad de secuencias de créditos a la que se parece, Jenna Coleman establece perfectamente el capítulo como una hora oscura y trepidante de televisión. Este es el primero de muchos casos en los que Coleman sin esfuerzo muestra sus fantásticas habilidades de actuación otra vez, lo que debe cimentarla como una de las companions más finas y versátiles para los últimos capítulos, si no es que se haya ganado ese título ya.
Kill the Moon tiene una premisa sorprendentemente simple (a pesar de las amplias ramificaciones), aún así se las arregla para exprimir en más que su cuota justa de secuencias de acción emocionante y geniales recursos narrativos. El giro más grande del capítulo llega con la impactante revelación que el ser humano ha estado viviendo bajo un extraño ser gigante y extraterrestre por nacer desde el principio de los tiempos. Esto es un concepto remarcablemente original que lleva a la curiosidad humana y el miedo a las arañas a un asombroso nuevo nivel (lo que puede llevar a un luz horrible de la fascinación del ser humano por la Luna). A raíz del citado huevo, da un giro a los eventos, la narración del capítulo resuelve alrededor de la elección imposible entre el asesinato a sangre fría y la extinción de toda vida en la tierra.
Si hubo alguna duda anterior a Kill the Moon que Capaldi se había asentado completamente dentro de su papel como el Doctor, este episodio convencerá a la audiencia que el escocés canoso está bien en su camino para llegar a ser el más grande Doctor de todos los tiempos. Haciéndose eco de las características del noveno Doctor de Christopher Eccleston una vez más (como lo ha hecho para un par de historias pasadas), Capaldi nos da una prueba más de que su Señor del Tiempo no está dispuesto a dar de comer a sus companions como alguno de sus predecesores. De hecho, esta podría ser la manera de Moffat de recordar al público que, aunque el Doctor es nuestro héroe, en verdad no es nuestro Dios. Es a la vez interesante y refrescante saber que el Doceavo Doctor no replicará las cualidades de Tennant y Smith, de caer de vez en cuando en los asuntos de la humanidad, y por lo tanto recordarnos que es un extraterrestre.
El capítulo también lleva más de una semejanza a otra fantástica historia anterior de Doctor Who, la cual es por supuesto… The Waters of Mars. Kill the Moon casi actúa como una secuela espiritual a la fantástica aventura, ya que lleva alguno de sus más fuertes atributos, así como la vuelta de la narrativa interesante que ya está madura para visionados múltiples. El crédito debería darse a Murray Gold, quien nos da algo de su trabajo más increíble en Doctor Who desde la composición de las cinco sagas con el sobre usado “Yo soy el Doctor”. Su partitura absolutamente fenomenal complementa perfectamente la naturaleza épica, a larga escala de la historia.
En general, parece que Moffat y compañía deben tener su primer clásico-Capaldi en sus manos con uno de los episodios más fantásticos, tensos y terroríficos de los capítulos independientes que hemos visto en nuestras pantallas desde The Waters of Mars (e incluso quizás Silence in the Library). Será intrigante averiguar como la salida de Clara de la TARDIS afectará a nuestro héroe en los próximos capítulos, y además si Pink es quién creemos que es. Por otro lado, no estamos todavía más cerca de descubrir por qué hemos visto la cara de Capaldi antes en Pomeya…algo que cada día que pasa tengo más curiosidad.
Soy Cristóbal Terrer y estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Actualmente trabajo como profesor de marketing y en mi tiempo libre escribo novelas de ficción. Además, presento un podcast sobre cine y realizo fotografías artísticas.
La premisa principal del capítulo (La luna es un huevo a punto de eclosionar) está basado en un relato llamado “Born of the Sun”, de Jack Williamson, escrito en 1934 y publicado en la revista pulp estadounidense Astounding Stories y posteriormente rescatado por Isaac Asimov en “La edad de oro de la Ciencia Ficción” 😀
Muchas gracias Rober por la aportación. la verdad que no tenía ni idea y me encanta teorizar con los temas donde se basan este tipo de capitulos de Doctor Who. Gracias!
[…] Orient Express. Después de que Clara hiciera su salida indignada de la TARDIS como conclusión de Kill The Moon, fue un poco sorprendente verla reunida con el Doctor al principio de este capítulo. Aunque dicho […]