Análisis de la película Imperium
La evolución de los personajes es algo esencial a la hora de contar un relato. Cuando redactamos una obra, tenemos que tener claro que tras el largo camino que recorre, el protagonista jamás volverá a ser el mismo. Y hay un tipo de película en el que este concepto queda muy claro.
El concepto de policía infiltrado es algo a lo que ya estamos acostumbrados. El típico policía modélico que se infiltra dentro de una banda criminal para detener un enorme plan que daría un vuelco a la sociedad. Normalmente, se infiltran en la mafia, en células terroristas o grupos de neonazis. Y es este último grupo en el que me gustaría centrarme.
Siempre que veo una película de esta temática, me viene a la cabeza una famosa frase de Friedrich Nietzsche:
“Cuando miras largo tiempo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti”
La primera vez que pensé esto fue con la película Diario de un Skin , que posee enormes similitudes con la película que aquí nos ocupa.
Imperium nos cuenta la historia de Nate, un joven policía que está dispuesto a infiltrarse en un grupo de radicales de extrema derecha, supremacistas blancos, con el fin de averiguar cual es su gran golpe. En este caso, la gran amenaza viene de un agitador social conocido como Dallas Wolf, que se dedica a lanzar mensajes racistas y que buscan un alzamiento para luchar por la supremacía aria.
Cada vez que veo una película de este estilo, veo como durante los primeros compases de la infiltración, los “malos” intentan justificarse, tanto a ellos mismos como a su ideología o sus ideas. Esto, unido a que el narrador se interesa por ello, junto a la consecuente tentación que se produce, hace que la frase de Nietzsche que he nombrado anteriormente me venga a la cabeza; si miras demasiado tiempo a los monstruos, acabarás convertido en uno de ellos. O aplicado a esta película, cuanto más tiempo dediques a escuchar y comprender a gente de extrema derecha, mas grande es la tentación a pasarte a su bando.
A pesar de que durante toda la película Imperium el coqueteo es real y existe, aparte de la amenaza real de ser descubierto, no es hasta una fase muy avanzada de la película que realmente pensé que el protagonista podía ser seducido realmente, Y la verdad, creo que el tratar de enmascarar o retrasar lo máximo posible este momento, hace que la película avance con un mayor ritmo.
Ciertamente, considero que el dilema moral se plantea mejor Diario de un skin pero esta película también deja momentos muy buenos, que demuestra como son los personajes que se nos presentan, llegado incluso a hacernos pensar en cómo una persona así llega a esa situación. Y es que a veces, no todo son cabezas rapadas, tatuajes y botas altas.
Es destacable el enorme cambio que se produce en el personaje de Nate, más físico que psicológico, pero que cumple con creces de lo que se espera de él. Si viste Diario de un skin y la disfrutaste, es bastante probable que con Imperium te pase algo similar. Película recomendable.
Soy Cristóbal Terrer y estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Actualmente trabajo como profesor de marketing y en mi tiempo libre escribo novelas de ficción. Además, presento un podcast sobre cine y realizo fotografías artísticas.