Analizamos House of Cards temporada 2
Dios bendiga al portal Netflix por haber apostado por la producción de series propias (y por haber resucitado a la incompresiblemente denostada The Killing), y por convertirse en una seria alternativa a los canales tradicionales de cable de Estados Unidos. Y es que con su primera serie producida íntegramente por ellos mismos, House of Cards, han conseguido un éxito de crítica y público sin precedentes, avalado por premios prestigiosos como ocurrió en la última edición de los Globos de Oro.
Y dios bendiga a la persona que me descubrió esta serie que tenía apartada más allá de los límites del olvido.House of Cards es ante todo una serie coral, donde todos los personajes aportan su granito de arena, pero que no podría ser entendida sin el personaje de Francis Underwood y por su alter ego Kevin Spacey.
Kevin Spacey es House of Cards, nada más y nada menos, sin el magnífico actor de 54 años la serie simplemente no existiría. Todo el peso dramático de la serie pivota entorno a un personaje complejo y brillante a partes iguales, que Spacey ha sabido llevar a su terreno. Recientemente dijo en una entrevista que nunca hubiera podido acometer este personaje sin su experiencia en el teatro (puedes leer la entrevista a Kevin Spacey en el enlace), y es que su personaje es 100% talento, transpiración y tablas de escenario.
El triunfo del protagonista malvado
Es un personaje protagonista completo y que se rige por la tendencia actual del mundo de la televisión en el que los malos están de moda y conquistan nuestros catódicos corazones. Sí he dicho bien, los malos, porque no nos engañemos Francis Underwood es el malo malísimo de la serie, una persona destructora y manipuladora en la que sus medios, siempre parecen justificar el fin de sus causas, a todas luces, convertirse en la persona más poderosa del país, y por ende del Mundo.
Y es que malos malísimos también son Tony Soprano, Vic Makey (The Shield), Jax Teller (Sons of Anarchy), Dexter o como no, Walter White (Breaking Bad) ¿Por qué nos atraen tanto estos personajes?
Posiblemente porque son personajes complejos con una fuerte personalidad donde nada es negro ni blanco, si no que todo está teñido de un lacónico tono gris que inunda sus vidas y las de los miles de espectadores que observan sus actos con el corazón en vilo, semana tras semana.
Francis Underwood: «The most important thing is power»
Personajes de House of Cards
Pero detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer, y en este caso la recién ganadora del Globo de Oro Robin Wright, encarna a Claire Underwood, (desconocida tras su papeles de novia de Forrest Gump o en su début con la Princesa Prometida) la esposa del congresista, casi tan malvada como Francis pero con el peligro que encarna ir a escondidas en un maravilloso juego de sombras en el que sólo ella mueve los hilos.
Pero como decía, es una serie coral, y el universo que retrata un desgarrador y escalofriante Whasington no sería posible sin las marionetas de Underwood, esos congresistas, políticos, lobbys e incluso el propio presidente de los Estados Unidos que pululan alrededor del congreso y la Casa Blanca. Convidados de piedra ante las argucias de Francis que termina haciendo que las cosas ocurran, simplemente porque así lo quiere él, el genio tras la cortina y las envidias de salón.
Spoilers de las dos temporadas
He de reconocer que la primera temporada fue mucho más apasionante que la segunda, la cual se diluye en los entresijos de la relación con China y las legislaciones, dejando de lado la trama más puramente televisiva.
El guión se pega un tiro en el propio pie, cuando decide cargarse de golpe y porrazo a dos personajes fundamentales en aras de conseguir un impacto televisivo que no siempre está justificado (y si no que se lo digan a los guionistas de Juego de Tronos y George RR Martin) como eran la periodista Zoe Barnes (interpretada por la atractiva y brillante Kate Mara) o el personaje de Peter Russo (Corey Stoll), sin ellos, lo siento, pero la serie nunca volverá a ser lo mismo.
Por suerte, se han incorporado otros personajes para llenar el hueco dejado por Zoe y Russo, pero que creo que no colman las expectativas de una trama que se tiñe de aspectos mucho más burocráticos: Remy Danton, Raymond Tusk, y el propio presidente Garrett Walker.
Como contrapunto, la tormentosa relación de Doug (mano derecha de Francis) con la prostituta Rachel o el affaire de Claire Underwood con el némesis de Francis, el bohemio fotógrafo Adam. Eso sí que engancha a la audiencia y no la aprobación de tal o cual proyecto de ley.
Fin de Spoilers
Conclusión
Como conclusión, destacar la gran calidad de House of Cards y alabar la firme apuesta de Netflix por sus productos y las series de calidad, imprimiendo un sello propio, difícil de igualar.
Habrá que esperar a que el gigante Amazon termine de perfilar las series que ya ha lanzado en producción propia y cuya vida supedita a lo que opine y vote la gente a través de su web, son muchas las que ya no han pasado el corte.
Mientras tanto, Netflix se mantiene con paso firme y entiende perfectamente lo que pasa por la cabeza de un seriéfilo, este verano nos traerá el desenlace final de la maravillosa e imprescindible The Killing, y sigue apostando por estrenar las temporadas completas en un sólo día, para que los seriemaníacos más ávidos, las puedan visionar en streaming a su propio ritmo sin tener que esperar una semana entre episodio y episodio ¿Acaso no se ha tratado siempre de eso?
Soy Cristóbal Terrer y estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Actualmente trabajo como profesor de marketing y en mi tiempo libre escribo novelas de ficción. Además, presento un podcast sobre cine y realizo fotografías artísticas.