Análisis de la serie Legión
Legión es una serie de televisión creada por Noah Hawley (responsable de la magistral serie Fargo) para la productora FX (del Grupo FOX) y protagonizada por Dan Stevens y Rachel Keller en los papeles de David Haller y Syd Barrett (respectivamente). Hoy os presentamos este análisis y crítica sin spoiler de la serie Legión.
En Legión encontramos una nueva vuelta de tuerca al universo de superhéroes de Marvel (donde transcurren películas como Los X-Men o Los Vengadores, y series como Shield o Daredevil), dando un nuevo paso hacia la oscuridad de este género, pero también hacia su originalidad y capacidad de brillar.
¿Qué pasaría si un niño oyera voces en su cabeza? La respuesta parece obvia: lo trataríamos como a un esquizofrénico. Pero… ¿y si el chico, en realidad, fuera un mutante que tiene superpoderes de telepatía? Probablemente, después de pasar una vida atiborrándose a pastillas, entrando y saliendo de centros psiquiátricos, y de que todo el mundo le dijera que estaba loco, acabaría creyéndoselo.
Si a esto le sumamos un nebuloso pasado, peligrosos amigos imaginarios, una guerra encubierta entre el gobierno de los Estados Unidos y la comunidad mutante, y un montón de superpoderes ocultos que podrían darle a Haller la capacidad destructiva de una bomba nuclear, tenemos Legión.
Por qué Legión es tan original
Después de todo lo que ha dado de sí el género de los superhéores en los últimos años, en donde parecía que ya lo habíamos visto todo, desde placeres culpables como Arrow o Black Lightning, a grandes obras de cine negro como las series de Daredevil o The Punisher, pasando por las superproducciones de las sagas de La Liga de la Justicia y Los Vengadores, ha llegado Legión para mostrarnos que no estaba todo inventado.
Para empezar, advertiremos que la serie marea un poco: si estáis esperando el típico producto audiovisual fácil de consumir, con una historia de tipos con capas volando y lanzando rayos, y con una estructura narrativa audiovisual clásica de sota, caballo y rey, replanteaos si podréis con algo que es totalmente opuesto.
Una de las grandes genialidades que ha conseguido transmitir Hawley es la enfermedad mental de los personajes. La serie está construida bajo la premisa de que si el protagonista no está seguro de que lo que está pasando es real o imaginario, el espectador tampoco debería tener la sensación de pleno control sobre la historia. Así, tenemos continuos saltos temporales, recuerdos dentro de recuerdos, distintas versiones de lo ocurrido; todo ello aderezados con una narrativa audiovisual propia de David Lynch.
La maldición de los mutantes en Legión
Mientras que el universo DC siempre ha mostrado a los superhéroes como semidioses terrenales, llegando incluso a establecer grandes paralelismos entre sus principales personajes y las deidades del Panteón Olímpico (en donde Supermán sería Apolo, el dios Sol; Batman es Hades, el dios del Inframundo; Aquaman es Poseidón, el dios del mar…), en el universo Marvel encontramos un poco de todo, y en concreto, en el grupo de los Mutantes (X-Men), muchos seres atormentados que sufren profundamente por su naturaleza sobrehumana.
Después de la maravillosa película Logan y su disertación sobre el lado más oscuro de ser un superhéroe, llega Legión para hablarnos de la enfermedad mental como consecuencia natural de tener un don para el que nadie ha sabido prepararte. Más allá de la esquizofrenia del protagonista, encontramos que la persona que tiene la capacidad de recordar perfectamente toda su vida y ayudar a los demás a hacer lo mismo vive atrapado en los pequeños detalles de los días más terribles de su existencia; aquel que puede crear todo un universo propio en su mente, acaba sumergiéndose en ella para no despertar en décadas; otros tienen trastornos de personalidad múltiple, fobia al contacto físico, o directamente, se han convertido en los monstruos que todos les dijeron que eran.
Conclusiones sobre Legión
La serie Legión nos plantea un universo en el que los mutantes pelean por ser aceptados públicamente y frenar el genocidio al que se enfrentan, al tiempo que aprenden que la verdadera lucha consiste en aceptarse a uno mismo y a convivir con aquello que nos hace únicos.
Al igual que en el pasado se utilizaron metáforas raciales para producir el mismo efecto, la enfermedad mental aparece como elemento catalizador entre los personajes y el espectador, creando así la sensación de que las personas con superpoderes se encuentran más allá de los límites de lo aceptado como normal en nuestra sociedad.
Su originalidad, tanto en la forma de plantear la historia como en la narrativa audiovisual, pasando por la construcción de personajes, la hace única en su género. Para finalizar, una mención especial para la actriz Aubrey Plaza y su increíble actuación: sin duda, y con la perspectiva de haber visto los 8 capítulos de la primera temporada, lo mejor de la serie.
Os la recomiendo encarecidamente si os gustan los superhéroes, y en especial, si os gustan las cosas distintas que se salen de lo normal. Aquellos que la habéis visto… ¿qué opináis de la serie? Y para los más frikis… ¿Os ha gustado a pesar de que es una adaptación muy libre del cómic? Espero vuestros comentarios.
Soy Cristóbal Terrer y estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Actualmente trabajo como profesor de marketing y en mi tiempo libre escribo novelas de ficción. Además, presento un podcast sobre cine y realizo fotografías artísticas.