Crítica sin spoilers del primer episodio de la serie Perry Mason de HBO

¿Quién no ha dicho alguna vez la expresión de ‘no Vino ni Perry o no te salva ni Perry mason’?

Aludía directamente a ese abogado defensor que ha protagonizado 80 novelas e historias cortas, la mayoría de las cuales versaban sobre la defensa de un cliente que había sido acusado de asesinato. En donde se esforzaba por demostrar la inocencia de su cliente mediante la averiguación de la culpabilidad del verdadero asesino, ejerciendo de investigador privado atormentado por su pasado bélico y amoroso.

Este personaje también es muy conocido por sus numerosas apariciones en películas y en la televisión, como es una de las series de abogados de mayor éxito y de mayor duración de la historia de la TV, que estuvo en antena entre 1957 y 1966.

También fue el protagonista de otra serie entre 1973 y 1974, y de más de 25 largometrajes realizados para la televisión entre 1985 y 1993. Sus novelas consiguieron 135 millones de copias de sus libros impresas en Estados Unidos sólo durante el año de la muerte de su autor, en 1969.

Por una o por otra cuestión todos sabemos quién es este señor que vuelve con aire renovado a la televisión.

Nuevo estilo

HBO estrena el próximo lunes la serie Perry Mason. Lanzará un único capítulo por semana todos los lunes hasta un total de 8 en esta primera temporada en la que ya podemos echar un primer vistazo a un clásico notablemente renovado y al que cuesta a veces reconocer en el Mason de nuestros abuelos.

No por ello pierde enteros. Todo lo contrario, esta serie es capaz de apoyarse en el estilo estético y narrativo del noir más clasista para abrir su estructura a través de una metodología de rodaje y edición más moderna. Los años treinta están perfectamente representados por un diseño de producción de gran calidad, pero hay algo en la aptitud y actitud actoral así como en el uso de la cámara que actualiza el contenido y continente de esta serie producida por Robert Downey Jr. (quién sopesó inicialmente ser el actor que encarnase a Perry Mason) y dirigida por un elenco de directores con amplia trayectoria en el mundo series, y comandados por Timothy Van Patten (Juego de tronos, the Pacific. Deadwood, Black Mirror, etc…).

Sin embargo, donde mayores diferencias encontramos con los productos televisivos y cinematográficos vistos hasta ahora es precisamente en el personaje principal. Aquí vemos desde el inicio a un Perry desaliñado, renqueante y turbulento que navega entre la desidia y la curiosidad.

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Lejos queda esa imagen sofisticada y esbelta del Mason de los 70 y 80 con Raymond Burr. Esta vez es Matthew Rhys quien se encarga de rebautizar a este icónico personaje creado en los años treinta por el escritor y también abogado estadounidense Erle Stanley Gardner.

Ron Fitzgerald y Rolin Jones (ambos creadores y guionistas) han confeccionado un mugriento investigador privado en sus orígenes, que no duda en venderse al peor postor y en portar una mancha de huevo o mostaza en su corbata sin inmutarse mientras trata de buscar pistas e indagar sin preocuparse demasiado por los daños colaterales. Algo, no obstante, que se acerca más a la idiosincrasia del personaje novelesco.

No en vano, como comentaba al inicio, la humeante aroma a clásico no solo trasciende en lo cinematográfico sino en lo literario. De alguna forma vemos la atmósfera y la construcción de personajes del Noir de Mankell, Chandler y compañía.

¿De qué va Perry Mason?

No hay excesiva audacia o voracidad en el guión, pero deja ver un lado más sórdido, lascivo y prohibido de lo habitual en las anteriores versiones. Quizá adolezca de cierta identidad a la hora de plasmar el enfoque de ciertas escenas sin tener claro si va hacia lo familiar y generalista o hacia otros sitios más oscuros y recónditos.

Y el ritmo aún se puede mejorar y así espero que suceda en próximos capítulos, ya que la propaganda que se le ha dado ha elevado la categoría de esta serie antes de ser estrenada. Ahora que ya la tenemos esa publicidad debe verse secundada por un aumento progresivo en la calidad narrativa y de guión.

No obstante, el detonante de la investigación promete, por su crudeza y por cómo sacude a la ciudad de Los Ángeles. Además, la serie descentralizar el trabajo policial no poniendo sólo el foco en esa investigación policial sino en otros estratos, entre otros el peculiar modus operandi de Perry, que parece haberse topado por casualidad con el más importante caso al que jamás se había enfrentado hasta ese momento.

El episodio se esfuerza por mostrar dinamismo y fuerza visual con grandes angulares, planos agresivos, gestos, miradas y una edición vigorosa pese a la oscuridad y suciedad que recogen las calles en Los Ángeles de la década de los treinta. Tras un inicio relativamente potente empieza a calmarse, preocupándose más por la presentación de los personajes.

Reparto

Es ahí donde puede depositarse cierta esperanza en la serie, ya que cuenta con un elenco nada desdeñable de actores y actrices entre los que destacan el propio Matthew Rhys, que tiene pinta de ser uno de esos actores que van en auge en los últimos años participando en títulos como The Report o A beautiful day in the neighborhood).

A su vera aparecen nombres de toda la vida como John Lithgow, archiconocido por su papel en la noventera serie Cosas de marcianos, o Shea Whigham, que ha hecho de todo en cine y series. Pero también emergentes caras con ya dilatada trayectoria también como  Tatiana Maslany (Orphan Black) o Chris Chalk (Así nos ven).

Para todo lo demás, este trailer y hasta el próximo lunes. Por lo pronto, junto con El visitante y Watchmen, es el mejor estreno de HBO en audiencia en los últimos años.

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