Slow Horses análisis completo de la serie
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Apple TV+ sigue creciendo poco a poco, casi sin hacer ruido. Reforzando esa faceta que tanto se ke había criticado: la escasez de catálogo. La serie Slow Horses es una de esas series que se pueden convertir en un clásico instantáneo. Por eso, aquí tenéis nuestro análisis de la serie Slow Horses.
Desde hace unos meses no paran de estrenarse nuevas series de producción propia. Algunas nos gustarán más, otras menos; todas ellas producidas con un sello inconfundible que comienza a convertirse en una clara seña de identidad para la plataforma: la calidad.
No sería descabellado que Apple TV+ se pueda convertir en los próximos años en la nueva HBO durante este nuevo decenio que hemos comenzado.
No te pierdas otros análisis en profundidad en nuestra sección: Críticas de series.
Sinopsis de Slow Horses
La serie se centra en un grupo de agentes del MI5, el servicio secreto británico. Eso sí, son un grupo denostado y venido a menos. Apartados de las oficinas centrales por algún error o por haberse metido con quién no debían.
Así pues, estos espías deberán expiar sus pecados en La ciénaga, su particular purgatorio. Una división a la que van a parar los espías repudiados. Tan horrenda que casi se ha convertido en una leyenda urbana. Instalaciones cochambrosas que pasan desapercibidas por la construcción que los envuelve: un edificio abandonado y desvencijado.
Así pues nos encontramos con una colección de personajes muy eclécticos. Algunos brillantes, pero apartados durante un tiempo. Otros, son simplemente inútiles.
Entre esos espías prometedores tenemos a uno de los protagonistas: Cartwright, el perfecto espía, joven y brillante; que termina con su culo en La ciénaga por un fallo que podría esconder algo más. Al actor, Jack Lowden, lo hemos visto en la interesante película de Netflix Calibre.
La última en discordia es el personaje de Sid Baker, interpretada por la ahora conocida Oliva Cooke (la reina Alicent Hightower en La casa del dragón).
Todos ellos están liderados por Lamb el jefe de esta división secreta. Uno de los mejores espías de la historia que vive una especie de retiro voluntario en La ciénaga.
Oldman y Scott Thomas
El gran reclamo de la serie Slow Horses era la elección de su pareja protagonista. Dos veteranos de Hollywood que siempre añaden consistencia a un proyecto como este: Gary Oldman (Drácula, el comisario Gordon de la trilogía de Batman de Nolan) y Christine Scott Thomas (El paciente inglés, El hombre que susurraba a los caballos).
Sin lugar a dudas, el protagonista absoluto es Gary Oldman, que ha creado un personaje inolvidable: Jackson Lamb. Descarado, malhablado; pero que enseguida se gana al pública con su humor negro y socarrón. Desconocíamos esa faceta cómica de Oldman, el cual nos ha sorprendido desde el primer episodio.
Lamb es todo un tirano. ¿Quién no ha tenido alguna vez un jefe que roza la psicopatía y nos ha hecho la vida imposible? Insulta a sus trabajadores, los veja delante del resto de compañeros. Pero, en el fondo, no es más que una fachada construida durante años de retiro forzoso y una buena cantidad de botellas de wiski. No en vano, cuando las cosas vienen realmente mal dadas, no dudará en defender a sus espías y jugarse el pellejo por ellos.
La forma de vida de Lamb desata todo tipo de situaciones hilarantes y cómicas. Se nos graban en las retinas sus pies sobre la mesa, los calcetines agujereados, su mal aliento, las botellas escondidas en el cajón y alguna que otra ventosidad que roza lo escatológico.
Porque Slow Horses responde a los fundamentos clásicos del género de espías, pero lo aborda desde una perspectiva diferente: toques de humor que alivian la tensión de algunos episodios, en los que la temperatura sube a gran velocidad, siguiendo los patrones del mejor thriller.
En las dos temporadas emitidas, el grupo de espías denostados se verá envuelto en sendos casos que amenazan la seguridad de Reino Unido. En la segunda temporada, incluso se tocan temas de actualidad como el ascenso de los extremismos políticos, la xenofobia y el racismo que parece haberse instalado en Inglaterra (acrecentada por el Brexit) y en toda Europa.
La serie se basa en la saga de novelas de Mick Herron llamada La casa de la ciénaga. Una colección de 14 libros. El primero de ellos es, precisamente, Slow Horses, del cual se adapta el nombre de la serie televisiva. Un nombre con más gancho, algo que ya sucedió con la denominación de Juego de tronos, que en realidad es el título del primer volumen de la saga literaria de Canción de hielo y fuego.
Por si fuera poco, la serie viene acompañada de una interesante OST (Original Sountrack) rematada por la canción del opening de la serie, compuesto en exclusiva por el mismísimo Mick Jagger para la ocasión que dice en una de las estrofas: «Rodeado de perdedores, inadaptados y borrachos».
«Rodeado de perdedores, inadaptados y borrachos».
La serie Slow Horses cuenta con todos los ingredientes del mejor thriller: acción, traiciones, persecuciones, muertes, violencia y muchos giros inesperados. Eso sí, salpicada con frecuentes toques de humor que la hacen más fácil de digerir, especialmente, por lo novedoso del formato.
Esto le ha valido una calificación de 7.2 en portales como Filmaffinity y que haya sido renovada para dos temporadas más, las cuales serán las últimas pues no se quiere extender en exceso un producto hasta agotarlo por el éxito. ¡Eh! ¿No he dicho que estamos hablando de Apple TV+? La plataforma que mejor cuida sus productos…
Tráiler de la serie Slow Horses
Soy Cristóbal Terrer y estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Actualmente trabajo como profesor de marketing y en mi tiempo libre escribo novelas de ficción. Además, presento un podcast sobre cine y realizo fotografías artísticas.
[…] Slow Horses crítica de la serie de Apple TV+ […]