Analizamos la segunda temporada de Hell on Wheells: el Western está de moda
Ya ha terminado la segunda temporada de una de las series que está empezando a hacerse un hueco dentro del olimpo de las series, tras un espectacular último episodio de casi hora y media en el que los acontecimientos se suceden de forma vertiginosa.
AMC lo ha vuelto a hacer y está consiguiendo poco a poco, casi sin hacer ruido, construir una nueva serie de calidad, paso a paso, episodio tras episodio, al igual que hacen los trabajadores del ferrocarril.
Aunque todavía no se ha anunciado de forma oficial cuando se estrenará la tercera temporada de Hell on Wheels, en cuanto tengamos la confirmación oficial os lo contaremos.
De momento, lo que está claro es que tras los acontecimientos del final de temporada, veremos muchas nuevas tramas y muchos nuevos personajes, algunos de ellos incluso deberán ser fundamentales y muy protagonistas en la esperada tercera temporada de Hell on Wheels.
La segunda temporada de Hell on Wheels ha dado un salto de calidad, más madura, más sosegada y con unas nuevas tramas y elementos que le han dado una complejidad que se agradece: la amenaza latente de los indios Sioux durante toda la temporada, los problemas con la fe de varios de los personajes, la ira y la codicia, pero sobre todo la presencia cada vez más expresa de la maldad que confirma, ahora sí, que los personajes vivien en un infierno sobre ruedas.
La evolución de los personajes merece mención especial y es algo que veremos con la tercera temporada de Hell on Wheels, se han ido convirtiendo en grandes personajes, de esos llenos de matices y aristas, complejos y evolucionados a través de un viaje iniciático que su alma está viviendo al mismo ritmo que el ferrocarril avanza hacia el Oeste.
Personajes de Hell on Wheels
Cabe destacar, la lucha del Reverendo con su propia fe que acaba enloquecido por la maldad que crece a su alrededor y en su propio interior y que termina explotando con la mecha del alcohol. La evolución del indio Joseph (Eddie Spears) que ve como todas las creencias en las que había basado su nueva vida se desmoronan poco a poco. Los hermanos irlandeses McGinnes que se han convertido exactamente en aquello contra lo que lucharon en la primera temporada, unos tiranos corruptos que someten la voluntad del pueblo.
Aunque en esta ocasión, la historia principal de la caza de los asesinos de la familia de Bohannon se deja a un lado, seguro que es un tema que se recupera en la tercera temporada de Hell on Wheels, la cual todavía no ha sido confirmada por el canal AMC.
Respecto a los personajes principales, Lilly (Dominique McElligott) se debe meter en brega y remangarse de mangas para conseguir un puesto en el ferrocarril, incluso debe renunciar a sus principios morales y compartir algo más que la cama con el cacique Durant, algo que se trata con sutiles elipsis que el espectador debe completar mentalmente.
Respecto a nuestro protagnista, Cullen Bohanon, se está convirtiendo poco a poco en una especie de hombre sin sentimientos, nada le afecta y nada le importa, por lo que puede enfrentarse a su destino y mirar a la muerte a la cara. Es algo parecido al personaje de Dexter, un personaje que ni siente ni padece y que debe simular ante la sociedad, fingiendo una personalidad humana para no ser tratado como un monstruo.
Algo que su némesis «El sueco» sabe captar y trata de explicar a Bohannon a lo largo de la temporada. Ambos son dos personajes que se complementan, que rozan el mal y el bien en demasiadas ocasiones y que se sienten fuera de lugar en una ciudad que ya no les pertenece. Como se dice en algunos episodios: son las dos caras de una misma moneda.
Soy Cristóbal Terrer director y redactor principal de Seriemaniac. Estoy licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Apasionado de la fotografía. También he publicado novelas de ficción y un ensayo sobre series de tv. Presento el podcast Seriemaniac y AfterDark sobre cine.
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