Amazon se atreve de nuevo con otra recreación histórica española tras su buen hacer con Hernán.
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Grandes producciones, presupuestos y expectativas que corren la suerte y riesgo de consolidar o no un creciente mercado televisivo en expansión. Esta semana Amazon Prime estrena en su catálogo la serie completa (5 episodios) de ‘El Cid‘.
Ruy, Rodrigo Diaz de Vivar, El Cid, El campeador, la leyenda…
Amazon Prime Video lleva tiempo luchando por el trono, lanzando series de gran factura y reconocimiento general como The man in the high castle, Carnival Row, The Expanse, Zero Zero Zero, Little fires everywhere, Hunters, Homecoming, Fleabag o sobre todo The Boys, la que hasta ahora se postula como su gran serie.
En cuanto al territorio hispano, sorprendió a primeros de año con un derroche de euros en Hernán, augurando una línea de producciones que abordarían aquellas épicas historias españolas sobre las que poco o nada se había hecho en televisión hasta el momento y, que además, se desmarcaría en calidad de las habituales del género en RTVE como Hispania, Inés del alma mía o Isabel.
Nada que reprochar a estas series ya que rescatan en mayor o menor grado nuestra historia y son capaces de entretener a un segmento de público relativamente amplio, pero a Amazon ya se le pide un plus añadido. Y es aquí donde creo que no acaba de destacar ‘El Cid‘. Además, se le podía haber sacado más partido a la fotografía a esa España de hace mil años recreada en las provincias de León y Burgos.
Hubo un tiempo en el que España fue escenario constante de luchas fratricidas por el territorio entre reyes, califas y caballeros
A mi juicio, la historia y el aparente presupuesto invertido daba para una narrativa y una edición más imponente y sofisticada. Cierto es que la ambientación no está mal y se agradece el haber dejado muy atrás el típico cartón piedra de este tipo de producciones; pero la atmósfera y el tejido visual se quedan escasos, demasiado limpios y en ocasiones se acercan más a las mencionadas de TVE que a un producto más evolucionado.
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No es que esté pidiendo que se acerque a la potencia de Juego de tronos, pero esta serie necesita un tinte más sombrío, más gris, más lúgubre y una coreografía escenográfica más impactante y mejor dirigida. Las traiciones, luchas de poder y crudeza de los actos así lo requería.
Quizá la carencia sea la austera dirección y unos guiones de personajes algo manidos. José Velasco (Creador), Adolfo Martínez Pérez son los responsables para bien o para mal del futuro de esta serie que creo tendrá una mejor segunda temporada si renueva.
Hay muchas subtramas y una trama central de lucha por el trono y por los reinos de León, Castilla y Aragón que sin duda son un buen escaparate y aliciente para el interés del espectador. Además la estructura piramidal del guion fluye y es rítmica, pero es en los matices y la profundidad donde adolece de cierta sencillez y frugalidad.
No terminas de conectar con la pantalla y con lo que estás viendo al ciento por ciento. Falta ese factor orgánico que hace que te adhieras a la serie como sucede en otras historias épicas y sangrientas en donde los grandes personajes y las batallas nos remueven las entrañas. Aquí todo parece quedarse a medio gas.
Hay un importante despliegue de personajes que se nos van presentando en esta primera temporada de forma ordenada y convencional, situando, a priori, la atención en un joven escudero que trata de defender su honor, el de su padre y el de su Rey, con todas las ambigüedades y conflictos de intereses que eso conlleva; mientras se forja en él un guerrero mítico y de leyenda.
Otra de los aspectos en los que se quedan escasos por ahora. Puede que esta temporada solo sea el comienzo de algo más grande y más asombroso, pero, por ahora, la leyenda de El Cid Campeador está varios estadios por encima de lo que hemos visto en el bueno de Jaime Lorente, el Denver de La casa de papel, el Nano de Élite.
Un murcianico de pro. No lo hace mal, se esmera y se valora mucho su esfuerzo por imbuir al personaje tan excelso al que se enfrentaba, pero en ocasiones desprende un aire demasiado coloquial que se aleja de la fortaleza, misterio y carisma de un héroe de leyenda, que diría Enrique Bunbury.
A su lado discurren caras conocidas y garantes de la pequeña pantalla española. Carlos Bardem, Ginés García Millán, Elia Galera, José Luís García Pérez o Juan Echanove, entre otros. A rasgos generales completan un trabajo bastante aceptable que va mejorando a medida que trascurren los episodios.
No quiero menoscabar en exceso la serie puesto que, sin demasiados alardes, consigue seducirte poco a poco y que sientas empatía por ella, por sus personajes y por una trama que evita la intensidad de desarrollo argumental en beneficio de la frescura y la agilidad, seguramente tratando de atraer también a ese público generalista acostumbrado a series menos elaboradas.
Démosle no obstante la oportunidad que merece y esperemos pueda renovar y demostrar algo más de potencial en próximas temporadas. Mientras tanto os dejamos con el trailer de la primera temporada ya disponible al completo en Amazon.
