Crítica de la serie de Netflix: Esta mierda me supera

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Vuelve a Netflix el tándem Jonathan Entwistle y Charles Forsman (creador de la novela gráfica) que tan buenos resultado ha dado con The End of the f** World. Esta vez con una historia quizás más redonda y atractiva: Esta mierda me supera.

Las novelas gráficas de Charles Forsman están otorgando un buen rédito a Netflix. Si primero nos sorprendió con las dos maravillosas temporadas de The End of the F** World (a día de hoy no habrá más temporadas de la serie), ahora hace lo propio con Esta mierda me supera (I am Not Okay with This).

¿Cuáles habrán sido los orígenes de cualquier superheroína? Posiblemente, algo muy parecido a lo que le sucede a Syd, la prota absoluta de esta delicia visual.

Claro que nuestra futura superheroína debe encontrar su lugar en el mundo antes de tratar de controlar sus súper poderes. Vivimos en una época en la que existe un acérrimo afán por etiquetarlo todo: los géneros, la música, la forma de vestir, la forma de amar.

Así que, Sydney siente que no encaja en un mundo encorsetado a base de clichés: animadoras, el malote del insti, el baile de graduación… Uno no puede dejar de pensar «¿Quizás le sucede lo mismo que a mí?». La empatía es un poderoso argumento de venta en esta nueva era de las series de televisión.

Esta mierda me supera nos narra el viaje iniciático hacia algo previsiblemente más importante («Un gran deber implica una gran responsabilidad») de una adolescente que tiene que lidiar con la angustia existencia y la ira reprimida, la cual, se manifiesta en forma de un misterioso súper poder que puede arrasar con todo. Un poder que tiene tanta fuerza como las miles de feromonas que circulan por las aulas de un instituto.

Recordando a los ’80 y a Stranger Things

Esta nueva serie, para mí, funciona mejor que su predecesora porque conecta con cosas con las cuales me siento más atraído: ese pueblo de la América profunda con unos paisajes melancólicos, una actriz maravillosa a la que le vaticino un futuro lleno de éxitos, un tono más americano, la trama de súper poderes…

La experimentación y el descubrimiento sexual, el encontrar personas afines a ti, tratar de encajar con la familia, superar el trauma de una pérdida dolorosa. Ingredientes que hacen que el interesante nihilismo de The End of the F** World quede superado por una propuesta que encierra múltiples aristas y lecturas.

De nuevo: banda sonora excepcional, fotografía y ambientación perfectas. Todo ese filtro que envuelve a la serie de una pátina ochentera aún siendo una serie actual. Ese halo a Stranger Things, pero sin la restricción de tener el cartelito de «Apta para todos los públicos» que siempre pende sobre la serie de los hermanos Duffer, y, que impide que la joya de Netflix explore otras vías narrativas, por más que en algún episodio Eleven aparezca vestida de negro y con el pelo alborotado.

De hecho, los guiños ochenteros son constantes: castigo en la biblioteca muy al estilo de Las aventuras de Los cinco, o ese continuo y recurrente plano en el que Syd corre ensagrentada tras liarse parda en la siempre omnipresente fiesta de bienvenida, sí, muy a lo Carrie (Brian de Palma).

Maravillosa Sophia Lillis

Respecto a Sophia Lillis tiene un registro tan amplio que resulta abrumador. Esa cara angelical que tan pronto estalla de ira como se gusta haciendo todo tipo de gestos y caras graciosas. No he visto tanta expresividad facial desde las hilarantes escenas de Chandler —mi Chandler Bing— de Friends. Gracias. La actriz ya dejó a todos con cara de asombro en las escenas en que hacía de versión joven de la mismísima Amy Adams en la imprescindible Heridas abiertas de Jean-Marc Vallée (HBO).

El personaje del amigo de Syd, ese redneck palurdo con ansías de destacarse, es tan genial como divertido. Con sus preparaciones en la ducha para las grandes citas, toneladas de desodorante y ese padre —que en algún momento de su vida fue el rey de la fiesta de graduación— al que la vida le ha sorprendido de repente, convertido en un puto looser de manual. Genial hasta decir basta.

En la serie no sobra ni falta nada, la fórmula —que cada vez se impone más en la industria televisiva— de episodios cortos la dota de un ritmo tan atractivo como atrayente. Incluso el espectador deberá rellenar algunas elipsis. Amén de esos monólogos interiores que tan pocas veces se ven en televisión y sí en todas esas películas con aroma a Sundance.

Diferencia con la novela gráfica -spoilers-

Algunos critican que la serie se ha desmarcado bastante de los cómics. En las novelas gráficas, Syd tontea con una cajera, es novia a todas luces de su amiga Dina y en todo momento es consciente de sus poderes o del pasado de su padre. Hasta el punto que fue Syd la que ayudó a su padre a morir haciéndole estallar la cabeza.

Además, el súper poder se limita a realizar daño físico a las personas, por lo que no puede mover objetos. El final, al igual que ocurrió con The End, completamente cambiado con vistas —y por suerte— de que hayan muchas más temporadas.

En el cómic, tras la movida de la fiesta, se sube a la torre de vigilancia y allí se suicida, sí, también haciéndose explotar la cabeza. Tranquilos, no es un spoiler, la serie tiene claro desde el inicio que indagará por otros derroteros. Netflix no quiere que la serie concluya tan rápido como pasó con The End of F** World.

El showrunner Jonathan Entwistle afirma que quiere seguir explorando este fantástico universo en nuevas temporadas, por lo que podríamos seguir viendo qué le sucede a Syd y cómo va descubriendo la profundidad de sus poderes, cosa que de momento solo hemos visto rasgando la superficie. El mentor que vaticinó su compañero de viaje Stan, ha aparecido, y será clave para entender el nuevo rol de súper heroína que le tocará asumir.

Jonathan Entwistle: «Quiero asegurarme de que Sydney es, esencialmente, una Elegida, la única ahora mismo, y ella lo odia y tiene que aceptar lo que significa serlo. Sin entrar en muchos detalles, hay una conspiración mucho mayor bajo la superficie que va mucho, mucho más allá de sus poderes, y que saldrá a la luz en siguientes temporadas donde ella y sus poderes, siendo la más poderosa, serán utilizados en beneficio de alguien o no, dependiendo de por dónde vayamos».

Banda Sonora de Esta mierda me supera

No os perdáis los temazos que aparecen en la serie en la lista oficial de Spotify, sobre todo, uno de los temas recurrentes: Fly.

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5 COMENTARIOS

    • Sentimos enormemente las molestias. Hemos añadido un cartel de spoilers, pero realmente solo tiene que ver con algunas cosas de la novela gráfica que no se verán en la serie 😉

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