Análisis del controvertido giro inesperado de la serie Sugar

¿Qué pasaría si en mitad de una temporada de Juego de tronos, la khalesii (por elegir uno de los personajes) apareciese de repente conduciendo un anacrónico ferrari rojo en mitad de las tierras de Poniente? Pues un locurón de tales proporciones es lo que ha sucedido en la escena final del episodio 6 de la serie Sugar.

Cuando Apple TV+, plataforma en la que se emite la serie Sugar, comenzó a promocionar esta ficción policíaca no ofreció ninguna pista sobre la deriva que en realidad tomaría la serie.

Sugar se mostró —hasta el mediático episodio 6— como una serie de género noir arquetípica y clásica, incluso más cercana a la esencia de una novela gráfica que a una serie de televisión enmarcada en ese género: un detective con un tormentoso pasado, voz en off para mostrar los pensamientos del protagonista de una personalidad arrolladora.

Una serie pensada para los amantes del género policíaco que enseguida aceptaron el juego de espejos y posibles culpables, alrededor de otras subtramas igualmente interesantes relacionadas con las estirpes familiares adineradas gracias a la factoría incansable de Hollywood.

La estética de Sugar resulta en muchas ocasiones un claro homenaje a esa época dorada de Estados Unidos, con grandes cadillacs de colores y mansiones con piscina.

Otro de los aciertos de la serie lo encontramos en el montaje de su director Fernando Merirelles, intercalando la acción con algunas escenas míticas del cine negro más reconocible; obras de culto que hacen las delicias del detective protagonista y de los espectadores más acérrimos a este género.

A partir de aquí spoilers del episodio 1×06 de Sugar

Pero, lo cierto es que el showrunner principal de la serie (Mark Protosevich) se guardaba una carta bajo la manga, como en toda gran partida de póker que se precie. Sugar es algo más que una historia detectivesca, la historia había sido pensada para que habitase distintos géneros, en apariencia, muy dispares: la ciencia ficción y el policíaco.

Al parecer Protosevich había intentado vender la serie a diferentes productoras y plataformas de streaming pero ninguna había aceptado el desafío planteado por la serie.

Me imagino a Mark acudiendo a diferentes reuniones con altos ejecutivos soltando el típico discurso motivador (pitch): «Sí, John Sugar es un detective clásico, ah, pero también es un alien». La cara de esos productores embutidos con traje y corbata tuvo que ser… curiosa.

Solo una plataforma como Apple TV+ supo ver el potencial de la serie. La compañía de la manzana es ahora mismo la mejor plataforma de todas, incluso por encima de HBO. Todas sus series cuentan con una factura impecable, más allá del género en que se encuadren; siempre dispuestos a plantear reivindicaciones importantes y de actualidad: igualdad de género, racismo, violencia doméstica, machismo o un componente de sororidad constante.

«A mucha gente le entusiasmaba el guion. Les encantaba porque Mark Protosevich ha escrito un guion hermoso y John Sugar es un personaje original y encantador. Pero en muchas de esas reuniones les daba miedo esta revelación. Creían que la combinación, o más bien la mezcla de géneros era demasiado arriesgada. En muchos sitios nos preguntaban por qué no podía ser simplemente una serie de detectives, que ya era muy buena así». (Simon Kingberg)

¿Cómo se tomó la decisión del giro de guion?

Una vez producida la serie, se plantea el otro gran problema: ¿Cómo vender la serie a los espectadores? Desde luego un tráiler en el que se mostrara ya al protagonista como un alienígena era un riesgo.

Las sinopsis que las plataformas y distribuidoras suelen enviar a los portales de información y a los blogs pueden ser muy sesgadas, provocando un posicionamiento polarizado por parte de la audiencia. Imaginaos: John Sugar es un alienígena que llega a la Tierra para resolver un caso de asesinato en el Hollywood actual. Quizás planteado así, el proyecto tiraría para atrás a los espectadores menos arriesgados y conservadores.

Así pues, Protosevich y el director de la serie —Fernando Meirelles (Ciudad de Dios)— tomaron la decisión de introducir este tema cuando los espectadores de la serie ya hubieran tomado en serio la ficción a través de los formidables primeros episodios. Una vez que aceptamos el juego de Sugar, nos tragaríamos cualquier cosa que quisieran plantearnos.

De hecho, como ha asegurado el propio actor protagonista, Colin Farrell, haber filtrado previamente la condición de extraterrestre de Sugar hubiera mermado la credibilidad de la serie, desviando el foco de lo realmente interesante: los conflictos morales de él y del resto de los personajes.

Una vez sentadas las bases de un guion sólido, se pueden estirar los límites del género noir para introducir otras variables tan arriesgadas como interesantes.

Los creadores de la serie Sugar tomaron la complicada decisión de retrasar la bomba de relojería que tenían entre manos a los últimos episodios de la temporada. Una opción hubiera sido el último episodio, pero quizás habría sido un cliffhanger (final abrupto)  demasiado cruel. Dejad en espera y con cara de tontos a los seguidores durante un año hubiera sido demasiado, quizás más contraproducente que efectivo.

Finalmente, se optó por el final del sexto episodio 1×06 Go Home (Vuelta al hogar). Cuando Sugar parece haber tocado fondo, viéndose en la necesidad de mostrar sus habilidades especiales para proteger a los más desfavorecidos, ya sean humanos o perros maltratados.

De hecho, parece que la decisión es acertada, si hubiéramos conocido su secreto posiblemente no hubiéramos empatizado ni tomado tan en serio al personaje.

«Lo decidimos así porque queríamos que el público tuviera tiempo de conectar con Sugar como persona y que no se fijara demasiado en su otro aspecto, pero que también que luego tuviera la oportunidad de respirar después de la revelación para pensar en todas las pistas que fuimos dejando por el camino». (Simon Kinberg, productor ejecutivo)

El personaje interpretado por Colin Farrell, tras haber sufrido varios percances, decide encerrarse en el cuarto de baño e inyectarse una sustancia que revela su verdadero aspecto: un ser humanoide de color azul que nos recuerda, bastante, al Dr. Manhattan de la saga Watchmen.

Dr. Manhattan de la saga Watchmen

Los creadores de la serie habían avisado en algunos mentideros que la ficción tendría un giro argumental mayúsculo, pero todos dábamos por hecho que simplemente revelaría a un nuevo culpable o alguna conspiración relacionada con los empleadores de Sugar (ese grupo de detectives autodenominados como Los políglotas)

La sorpresa ha sido tal que ha levantado un gran revuelo en Internet. Con más de 6.500 episodios de series a mis espaldas, nunca una escena me había impactado tanto. El episodio 1×06 de la serie Sugar permanecerá en mi memoria durante muchos años y todavía hoy, varios días después de haber realizado el visionado, me sigue impresionando.

El impacto ha sido comparable a cuando vi la película Abierto hasta el amanecer (cuando de repente los parroquianos del bar La teta enroscada se convierten en vampiros) o a la inolvidable escena de la escotilla de Lost (cuando Jack y Locke descubren que hay un refugio subterráneo al final de la primera temporada).

«Es uno de los mayores giros que se me ocurren en una serie de televisión o en una película». Simon Kinberg (productor ejecutivo)

Las pistas que los creadores nos habían dado durante toda la temporada

Como decía, recordando varias escenas nos damos cuenta de una cosa: los creadores de la serie nos habían ido dejando miguitas de pan por el camino:

John Sugar parece tener una gran tolerancia al alcohol. De hecho, en una escena con Melanie ya reconoce que guarda un gran secreto (el espectador cree que podría estar relacionado con la extraña desaparición de su hermana).

«Hay miguitas de pan donde ves que Sugar es un forastero que mira el mundo de una manera diferente». Audrey Chon (productora ejecutiva de la serie Sugar)

Ya en el sexto episodio y movido por las circunstancias, Sugar debe realizar una heroicidad en la casa de los villanos; avisando previamente de que no quiere hacerles daño incluso cuando son tres contra uno y nuestro héroe se encuentra desarmado.

En esa escena, un rápido fundido a negro da paso a una inesperada maniobra en la que Sugar sale indemne de un disparo a bocajarro. No sabemos si detiene la bala con su mano o si la evita a una velocidad que, desde luego, no es de este planeta.

póster de la serie Apple TV+

El futuro de Sugar

Sugar se posiciona ahora como un personaje mucho más interesante. Su bondad sin límites y confianza en el género humano nos hacen pensar que la Tierra ha sido un lugar de acogida ideal para él. Huyendo de la manida motivación, tantas veces mostrada en cine y televisión, de que los alienígenas vienen a nuestro planeta a exterminarnos, ya sea por envidia, por superioridad moral o tecnológica o porque nos ven como una amenaza por considerarnos una raza de intenciones malignas y destructivas, razón no les falta…

Quizás sea porque Sugar ha aprendido de los grandes héroes del cine negro todo lo que sabe sobre la raza humana: personajes complejos, solitarios, taciturnos pero que siempre vuelcan sus esfuerzos ante los más desfavorecidos.

Sugar se convierte así en una de las grandes series de los últimos tiempos. Un personaje inolvidable no solo por su talante sino por el sorprendente secreto que esconde. Apple TV+, la cual se caracteriza por tratar muy bien a sus producciones, todavía no se ha pronunciado sobre una segunda temporada, habrá que ver como reacciona la audiencia ante los sucesos del último episodio. Como siempre, la audiencia dictará sentencia…

Puedes leer más artículos como este en nuestra sección: Curiosidades de series de TV.

«Estamos preparados para seguir explorando a John Sugar en una segunda temporada». (Simon Kingnerg)

Tráiler de la serie Sugar

Fuente foto: Apple TV+

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